¡Extra, extra!





De última hora: el diputado federal de extracción perredista, Ariel Gómez, mismo que delató la "abusivez" de los haitianos y solicitó que les pusieran tinta indeleble color blanca "para que no se les repita la ayuda", se disculpó por sus comentarios: "todo fue una broma que por dejar el micrófono abierto se escuchó al aire". Para desgracia de kukuxklanes, neonazis y varias señoras campechanas de abolengo rancio, anunció que dejará su programa de radio "por un largo tiempo" y prometió que donará un mes de sueldo para la reconstrucción de ese país.

El legislador también dijo que no piensa ni siente las expresiones que se leyeron de animadversión hacia nuestros hermanos haitianos en desgracia, aunque reconoció que su arrepentimiento no basta.

Bien lo dijo Confucio: "La tinta es un...", perdón, "El silencio es un amigo que nunca te traiciona".






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