Xico: ingeniería financiera




Esto ya es cansado pero ni modo: hay que denunciarlo.

El mes pasado Xico no le pagó a sus directores argumentando que había necesidades más importantes, entre ellas completar el salario de la base trabajadora, y nadie dijo nada, por supuesto, porque en los cargos de primer nivel siempre hay forma de apergollar dinero. No hubo problema.

Pero resulta que de nada iba a servir el sacrificio de los directores porque Xico tampoco quería pagarle a la base trabajadora, a quienes les contó la fantástica historia de que había necesidades más apremiantes y no había dinero y etcétera. Sólo un plantón, la amenaza de huelga y unas cuantas mentadas de madre lo hicieron recapacitar y saldar la deuda quincenal.

Ahora bien: ¿cuál es la razón de esta constante negativa a cumplir con los pagos? Pues que Xico y su concuño se embolsen los intereses que generan los recursos de la nómina; cada día que pasa es dinero que se llevan a la buchaca sin dar explicaciones a nadie y sin que les importe las víctimas de esta ingeniería financiera, porque se trata de agarrar lo que se pueda que un trienio se va muy rápido.

Ese es el trasfondo del asunto que, al parecer, se alargará indefinidamente. Los medios están prostituidos y no denunciarán las tropelías de Xico, y tampoco hay autoridad superior que proteja a los empleados porque, por ejemplo, acudir al Secretario de Gobierno es correr el riesgo de que las quincenas ya no vayan a la bolsa del edil y su concuño, sino a la compra de yates, terrenos, casas y queridas de Sarmiento; y Fernando está imposible desde que se siente tigre cuqueado.

Pobres.

A la de tres, por favor: uno, dos y… tres: ¡Crecer para que la gente gane!

Y para seguir creciendo, un dato:

Hoy es el cumpleaños de Xico. Para celebrar como es debido los directores aportaron voluntariamente a la fuerza 500 pesos, es decir, se los descontaron, porque la fiesta será memorable.

Y como todos deben cooperar para agradecer la bendición de tener un edil de esta calaña, la cúpula municipal quiere que el resto de los empleados colabore, también voluntariamente a la de a huevo, con 50 pesos que les serían descontados de su sueldo.

El viernes es quincena; si no se atraviesan necesidades más importantes, pagarán por ahí del martes o miércoles de la próxima semana; hasta entonces sabremos si Xico festejó un año más de vida de acuerdo a sus enormes méritos como estadista, y con el apoyo incondicional, entusiasta y voluntario de directores y empleados.

A la de tres… ¡tres!: ¡Crecer para que la gente gane!

Poscriptum:


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