Stella Maris, otros milagros
A los pocos días de su inauguración, la construcción de doce
metros de altura y doce toneladas, cuyo costo de 72 millones de pesos corrió a
cargo de Enrique Iván y fue bautizada como Stella Maris, realizó su primer
milagro: sesenta mil carmelitas se quedaron sin el servicio de agua potable por
un adeudo de dos millones de pesos del SMAPAC con la CFE. Amén.
Y como dijo el rabí de Galilea a sus discípulos en aquellos
tiempos: “Cuando Stella se aferra, fabrica milagros a velocidad de obrero chino”.
Apenas mes y medio después del primer prodigio, estamos presenciado el segundo: el Grupo Financiero Finmart ha demandado al Ayuntamiento por un
adeudo de catorce millones de pesos. Amén bis.
Hace poco más de un año, Enrique Iván, Finmart y el
Sindicato de los Tres Poderes firmaron un contrato para proveer a los
burócratas créditos que serían pagados con descuentos en la nómina,
46 quincenas al día de hoy, pero ese dinero no ha sido depositado a la
financiera. Como nadie en el Ayuntamiento se hace responsable, Finmart decidió
proceder penalmente por el delito de robo agravado cuya responsabilidad recae
en el presidente o, en su defecto, en uno de los dos tesoreros que ha
tenido la comuna, cualquiera, que el orden de los factores no altera el
fraude.
Finmart no es la única empresa timada por el municipio.
Según declaraciones del líder sindical, José del Carmen Urueta, existen alrededor
de cuatro financieras más y el total del desfalco es de 41 millones de pesos,
lo que ha originado que los burócratas entren por la puerta de los acusados al
buró de crédito a pesar de que han pagado puntualmente y la irresponsabilidad es del
alcalde.
Por supuesto, Enrique Iván no ha mostrado su satánica jeta en
este asunto porque no hay listón que cortar ni oportunidad de presumir su aguda religiosidad, y en su lugar ha salido su secretario de Gobierno pero
no para aportar elementos sobre el tema, sino para enredarlo más: dijo no tener
información de la demanda a pesar de que Finmart ha presentado ante el órgano
de justicia pruebas documentales, testigos, etcétera. La negación, repetida mil
veces, se convierte en estrategia de comunicación.
De ser encontrado culpable el alcalde sería desaforado y
luego condenado a ocho o diez años de cárcel por robo, al menos eso dicen las notas de
prensa. Lo dudo pero no importa: la justicia puede acudir a cualquier pretexto
para hacerse pendeja, aquí los hechos hablan y confirman dos cosas: que la
inhabilitación federal contra Enrique Iván estaba más
que justificada y que gallina que come huevo no se redime ni con la complicidad
solidaria de Fernando Ortega.
Se confirma, también, otra realidad: la ineptitud en Enrique
Iván es un estilo de vida. Su paso por la Secretaría de Salud dejó al sector en
estado agónico: no habían ni aspirinas en los hospitales, por mala paga llegó a
la situación límite en que la CFE cortó el suministro de energía al Manuel
Campos y nunca sabremos si como consecuencia fallecieron dos recién nacidos; destruyó
hospitales que funcionaban bien para privilegiar el de Especialidades, que opera
como rastro público; boicoteó la campaña de detección temprana del cáncer cervical
causando muertes que pudieron haberse evitado con la atención pertinente, etcétera.
Y no obstante el cariño por la ilegalidad y la negligencia
crónica que acompañan a Satanás, Ortega Bernés le cumplió su capricho de
gobernar la isla y ahora los carmelitas han recibido su ración de penurias: la
peste de baches, oscuridad, falta de agua potable, el caos cotidiano, la
insultante jugarreta de desviar dinero para edificar un monumento religioso y
lucrar con la fe cuando debe 41 millones a las financieras y convierte a los
trabajadores del Ayuntamiento en carne del buró de crédito (Enrique Iván se irá
pronto, los burócratas quedarán
imposibilitados para adquirir créditos por muchos años), mas lo que usted
agregue en la siguiente línea:____________________.
Sin embargo, cuidado, sobre todo los panistas que creen que
la alcaldía les caerá en las manos por la pésima gestión de Enrique Iván sin
tomar en cuenta el factor Stella Maris. No, no crean que le atribuyo poderes
mágicos a una imagen de concreto, lo mío es el alcohol y no el consumo de
sargazo adulterado. Me refiero a que el mismo método que sirvió para desviar 72 millones de pesos será usado para diseccionar los restos mortales del
municipio con tal de comprar votos en las elecciones de julio próximo. Si es
necesario, a endeudar aún más a los carmelitas que, al igual que el resto de
los campechanos, sólo rumian su desgracia. Está científicamente comprobado que
dinero mata inconformidad y el ejemplo es doña Chely.
Así las cosas, mis estimados, es probable que veamos al PRI
mantener el control de Carmen y a Enrique Iván ascender a los celestiales
territorios de la impunidad, a pesar de haber convertido el ayuntamiento en una
madriguera de corrupción y negligencia, un desmadre en el sentido enciclopédico
del término. Les digo, la Stella Maris es milagrosísima. Amén tris.
Besitos.
Tantán.
Besitos o mentadas a:
Twitter: @Bestiometro
Correo: mvillarinoa@hotmail.com