EmPeñados: amor con deuda se paga



Estudios recientes demuestran que cuando Alito dice que Peña Nieto es amigo de Campeche es porque fumó sargazo adulterado. La realidad es que el Gavioto nos ha tratado con el mismo sadismo con el que mastica el inglés. Pero también es cierto que los alucines de Alito no están fuera de la bacinica, que su cercanía con el Primer Idiota de la Nación existe, es innegable; pero aquí tambien, si nos preguntamos qué tan benéfica ha sido para nosotros la intimidad entre el copete y el selfielítico, me parece que el resultado sigue siendo angustioso.

Peña Nieto ha sido especialmente cruel con Campeche. Este año nos quitó casi 700 millones de pesos y para el próximo nos arrebatará mil millones de pesos más del presupuesto. Mil 700 millones de puñaladas traperas contra una entidad que no tiene más horizonte económico que la burocracia equivale a una tragedia bíblica, pero tristemente no ha sido la única.

En 2016 fuimos la entidad más afectada por los recortes al gasto federal en el que nos estafaron 963 millones de pesos, es decir, un 9 por ciento menos que en el 2015. Y para el próximo año el panorama luce peor. Cito:

“Son 28 (de 32) las entidades federativas que para 2017 presentan caídas anuales en su gasto federalizado respecto del presupuesto aprobado en 2016. Las mayores mermas sobresalen en Campeche, Baja California Sur, Zacatecas y Durango con decrecimientos de 9.6, 6.0, 6.0 y 5.7 por ciento, respectivamente.” (Nota de Nidia Marín para El Sol de México. Octubre 5, 2016.)

En suma, en dos años Peña Nieto ha extirpado casi un 20 por ciento de la inversión federal en el estado y casi 2 mil millones de pesos del presupuesto estatal, y va por más.

El nuevo Puente de la Unidad es otro drama infame. El Presidente lo prometió y Alito Moreno, mordiendo el rebozo, se cansó de anunciar que su amigo le cumpliría a Campeche. La realidad fue otra.

Para el puente, cuyo costo será de mil 500 millones, el Gavioto sólo entregó el 10 por ciento, 150 millones y 3 chicles, y entonces a Calígula Moreno Cárdenas no le quedó más remedio, jura, que contratar deuda por mil 200 millones para construirlo, con la complicidad del amasijo de idiotas que pueblan el Congreso del Estado, incluyendo los panistas que, se supone, son oposición.

Estamos a punto de contratar una deuda bestial que significa un rejón de muerte para las finanzas de la entidad. Un crimen que pudo haberse evitado fácilmente. Me explico:

5 días antes de culminar su mandato, el 10 de septiembre de 2015, y a petición del gobernador electo Alito Moreno, Fernando Ortega ordenó al legislativo local la creación de 4 nuevas secretarías: Planeación, Desarrollo Energético Sustentable, Trabajo y Previsión Social, y Protección Civil, que al día de hoy han servido para maldita la cosa pero representan una dolorosas hemorragia de dinero para los campechanos. En 2016 esas secretarías recibieron en conjunto 212 millones de pesos, y en 2017 recibirán 246 millones de pesos.

Si promediamos los totales de 2015 y 2016 tenemos 229 millones de pesos, y si multiplicamos esa cantidad por los 5 años restantes del sexenio alcanzamos 1145 millones de pesos desperdiciados en cuatro secretarías inoperantes.

Finiquitar esas dependencias, reducir la burocracia que Alito creó para darle chamba a sus incondicionales era suficiente para resolver el problema inaplazable del nuevo puente sin poner en riesgo el futuro, pero se eligió el peor rumbo posible, el de la deuda estúpida ideada por un irresponsable y avalada por una runfla de imbéciles, la misma película que estuvo de moda en el Veracruz de Duarte o en el Quintana Roo de Borge.

Con este préstamo, la deuda pública de Campeche se incrementará mientras la economía local sigue contrayéndose. Producimos cada vez menos, debemos cada vez más, la receta perfecta para el desastre.

Les decía que cuando Alito presume que el Presidente es amigo de Campeche es porque chupó marrapache destilado en Taiwán, pero no miente si dice que Peña Nieto es su amigo. Es cierto, las imágenes lo demuestran. Cuando se encuentran se miran, se abrazan, se untan, se beben el aliento.

La conclusión es que la relación institucional entre Presidente y goberladrón debe ser muy mala, tanto que Campeche ha sido pisoteado por la Federación; pero la relación personal es estrecha, clasificación “C” tirando a triple X, pero de igual forma estéril y peligrosa para los campechanos que, no obstante los tallones entre estos machos en brama, hemos sufrido año tras año una reducción drástica del presupuesto estatal, machetazos desgarradores al gasto federal y pronto adquiriremos una deuda absurda y monstruosa que pagaremos durante 20 años, hasta el 2037.

Besitos.

Tantán.

Post scriptum: Les dejo las imágenes del ritual de apareamiento entre estas dos bestias antediluvianas que tomé de las redes sociales de Alito. Hagan con ellas lo que quieran, con protección obviamente.

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