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Mostrando entradas de agosto, 2010

Peregrinación inútil

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Hubo un tiempo en que los hombres se apoyaban en los astros para señalar los ciclos de la naturaleza; hoy día algunas peregrinaciones son igual de exactas para organizar el calendario, como la de los habitantes de Presidentes de México por las dependencias gubernamentales, que anuncia el inicio de las lluvias. Desde su edificación, ese fraccionamiento es un catálogo de las consecuencias que arroja la mezquindad y la corrupción del gobierno y sus socios constructores. Tres gotas de lluvia son traducidas por el sistema de drenaje como un diluvio bíblico, y continuamente brotan del subsuelo cantidades globales de mierda y sus derivados, homenaje preciso al nombre de ese infierno: Presidentes de México. ¿Quiénes son los responsables? En la versión electrónica de Tabasco Hoy podemos leer una nota publicada el 28 de agosto de 2007, en la que el Lic. Humberto Gaspar Pantí May, asesor jurídico de los vecinos de ese lugar, declaró lo siguiente. “Carrillo Zavala, ahora

Doña Lulú denuncia

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Tal vez el virus de la influenza o la crisis económica global del siglo pasado, la guerra civil que desangra México o el enfrentamiento entre el hocico de Sandoval Iñiguez y los muchos huevos que presume Ebrard nos han mantenido cautivos en un mundo de frivolidades, pero doña Lulú Aguilar nos regresa a los temas en verdad importantes con esta denuncia: “H ace unos dias me entere de una noticia que me causo cierta incomformidad y quisiera exponersela a usted como medio de publicidad la cual defiende los intereses de las campechanas. “Resulta que nuestra estatua de la Mujer Campechana no es personificada por una campechana sino por una persona del Estado de Tabasco. “No es justo que teniendo tantos rostros y cuerpos tan bonitos en el estado de Campeche las autoridades en ese entonces optaran por el de una mujer que no es nacida ni tiene las raíces que muchas campechanas tenemos. “Que dicha persona no cuenta ni siquiera con documentación como campechana y exigimos como campecha

Sillas de masaje

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En Plaza Universidad ya instalaron las sillas de masaje, esas que por una módica cantidad recetan un placentero cataclismo en la espalda. Cinco pesos compran dos minutos celestiales, y como la especialidad de los liberales y heroicos patriotas son las ofertas, por diez pesos nos regalan… ¡cinco minutotes! En Mérida no hacen ofertas tan atractivas. Ahí te cobran cinco varos por tres minutos y vaya usted a girar sobre su propio eje al colocar un foco, a mover la cabeza al peinarse, a celebrar el éxito arrollador de megaproyectos que no han sido construidos, a… Más allá de las cualidades ortopédicas de esos armatostes, que podríamos discutir todo el tiempo que quieran siempre y cuando el doctor Rubio sea el moderador, el punto es que hasta estos detallitos nos ayudan a comprender, otra vez, por qué los fines de semana los campechanos ponen rodilla en suelo en cualquier plaza, restaurante, tienda departamental o etcétera de Mérida, y juran lealtad a Ivonne Ortega.

El ramo

Hace algunos años, estudios especializados revelaron que el momento cumbre de toda boda es el lanzamiento del ramo, y estudios más recientes no sólo han confirmado esa hipótesis sino que han desentrañado sus secretos, que habían permanecido ocultos para los varones aztecas junto a la decisión de Aguirre de alinear al Guille Franco. Por favor, hagan buen uso de esta información: El rito inicia cuando las doncellas más necesitadas deciden, al mismo tiempo y sin acuerdo previo, que es hora del ¡ramo, ramo, ramo!, y con la trágica colaboración del tecladista, que trata de atinarle a los acordes de “A la cola”, van de mesa en mesa animando solteras, divorciadas y desamparadas a unirse al baile, festival al que de inmediato se suma hasta la tía Petra, de 104 años de edad y viuda tres veces por gracia de Dios y del cianuro. El novio tiene una participación breve e insustancial, anticipo de lo que le espera. Se limita a subir a una mole de encaje, la novia en teoría, en una silla nun

Poned la otra mejilla

No sienta pena y diga la verdad: ¿entendió alguna vez qué quiso decir Jesús de Nazareth con eso de que había que poner la otra mejilla? ¿No? Me lo imaginaba. Pero no se entristezca que peor están los obispos. Quiero decirle que hoy es un gran día porque, gracias a Bestiómetro, usted podrá transitar del enigma sin albas a triángulos de luz sin tener la obligación de devastar todos los árboles que encuentre a su paso; con sólo ver este video intensamente pedagógico, protagonizado por los embajadores de Nuestro Señor, ambientado en Tierra Santa, aprenderá que Poner la otra mejilla es en realidad una mortífera técnica de defensa personal. Así es, estimado televidente: su lugar en el cielo puede lograrlo a través de la oración y la bondad o siguiendo las enseñanzas de Bruce Lee y aplicándolas contra ministros de otras empresas religiosas. Con dedicatoria para Isabel, corre video:

La horrible decadencia de una historia

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Revisando las notas de prensa del maestro García Márquez encontré un artículo llamado “Como ánimas en pena”, en el que incluye la historia del ratoncito recién nacido que sale por primera vez de su cueva, ve un murciélago y asombrado regresa a casa gritando: “¡Mamá, mamá, he visto un ángel!” Al igual que usted ahora, hipotético lector, reí muchísimo con el cuentecito y dije qué tierno y ja ja ja, pero luego la imaginación me hizo una perrada sin nombre y presentó la misma historia con diferente elenco: los trágicos doce años de Fox y Calderón eran la ratonera, nosotros el ratoncito y Peña Nieto el murciélago, y entonces, horrorizado por esta pesadilla patrocinada por Televisa, corrí como ánima en pena en busca de un cinturón de castidad.

Las desgracias de Fanny Lú en Campeche

Pobre Fanny Lú: vino a hacer turismo a Campeche pero se encontró con la “tradicional hospitalidad campechana”. Video testimonial: Gracias, Edgar.

La propuesta suicida del cavernal

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Todavía hay quien piensa que las prohibiciones son la mejor receta para evitar que uno fume sargazo regañón, haga el amor con quien se deje o, en el caso de las mujeres, decidan cuándo tener sus hijos o no tenerlos. Para abrir el debate sobre el primer tema, el de la legalización del consumo de drogas, el Presidente Calderón encabezó una reunión con intelectuales y otros tripulantes del Titanic mexicano, en la que se escucharon propuestas de toda índole. La posición asumida por Calderón en el encuentro fue un resumen prodigioso de lo que ha sido su gestión presidencial: ni dijo sí ni dijo no aunque me pareció más un no que un sí, pero eso queda a criterio de cada quién. No obstante siempre hay quien nos haga olvidar la indecisión declarativa de don Felipe. Esta vez fue el cavernal primate Norberto Rivera, que en su calidad de habitante del siglo XIX se lanzó desde el púlpito al ruedo. Cuestionado sobre la legalización, el cavernal respondió que tenemos que pensarlo y tomar el ejem

Corrido sobre la realidad mexicana (XXX)

Me enviaron este corrido con la noticia de que describía la realidad mexicana desde Salinas hasta Calderón. Ustedes decidirán si cumple con lo prometido. Lo que sí me llamó la atención son las propuestas sobre qué hacer con nuestros inservibles y voraces hombres de la política y la empresa: colgarlos (no dice de dónde), hacerlos chicharrón y lo más elegante, hacerlos jabón. Este es el México del Bicentenario, del Centenario y el de la víspera del regreso del PRI a la Presidencia:

El banco fuerte de México

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Yo era feliz cuando tenía mi cuenta en Banamex, hasta que la sucursal de la calle 53, mi preferida, empezó a dar preocupantes señales de deterioro. Primero fue el aire acondicionado: después de vagar por el Centro Histórico sorteando las trampas mortales que colocan los eternos rehabilitadores de fachadas, de caminar a bajas revoluciones tras señoras elefantiásicas que platican incoherencias mientras obstruyen el paso, de torcerme el tobillo en las rampas para discapacitados que en Campeche fueron situadas en mitad de la banqueta y no en las esquinas, como en el resto del mundo, y de sufrir todos estos contratiempos bajo un sol que raja piedra, lo menos que uno desea es una glaciación. Mi sucursal preferida no calificaba como máquina del tiempo capaz de trasladarme a la Edad del Hielo, pero servía bien como refugio contra la insolación. Un buen día, no sé si porque se echó a perder o por ahorrar energía, el aire acondicionado se apagó y el Banamex de la calle 53 se convirtió en el pri