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Mostrando entradas de abril, 2008

Frankenstein contra Frankenstein

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Días atrás, el senador Alejandro Montero Cárdenas dio una entrevista de televisión donde desnudó sin tapujos sus aspiraciones políticas. Entre otras cosas, aceptó abiertamente que va por la grande ya sin la preocupación de la edad, obstáculo resuelto a partir de una iniciativa emitida por la cámara alta; pero lo más grueso d e aquella conversación fue que se lanzó a la yugular del grupo gobernante: les dijo que es suficiente con estos 14 años ininterrumpidos de baile, que es hora de que se sienten y cedan el lugar a la nueva generación de políticos campechanos de la que forma parte. De inmediato vinieron las refutaciones. Las que me interesa comentar son aquellas que lo acusaron de malagradecido por acribillar a la camarilla que lo metió a la política, donde tan bien le ha ido. Si fue Antonio González Curi quien lo hizo, ¿por qué ahora lo traiciona?, preguntó alguien. Vayamos por partes. Si, como han planteado algunos de sus detractores, Alito está mordiendo la mano del que alg

Es que se le chispotea

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Y a en otras ocasiones Raúl Pozos, presidente del CDE del PRI, nos había deleitado con sus esplendidas cuanto polémicas declaraciones. Una de ellas fue hace un mes, durante la celebración del 79 aniversario del PRI, donde fustigó a panistas y perredistas por derechosos y retrógrados, respectivamente (aclaro para evitar confusiones). Digo, si se trataba de acribillar a los adversarios políticos desde la altísima calidad moral que otorga ser priista, podría haber despotricado contra derecha, izquierda, centro y pa´ dentro sin mencionar partidos y al albergue los pastores. O mejor aún, evitar conflictos y refrendar los compromisos del tricolor con la justicia social y el desarrollo del país, asuntos que si bien no resolvieron en los escasos 70 años que detentaron el poder, son muy aplaudidos por los eternos acarreados que, como se ha probado científicamente, son capaces de todo con tal de no sufrir el abandono de su lideresa predilecta (el caldo de sobaco es altamente adictivo), y los