Te lo dije, bro.







Un poco tarde, José Luis, porque ayer festejé la despedida de soltero de mi primo y recién despierto, con un dolor de cabeza de no mames, pero aquí estoy para recordarte que lo que te advertí se está cumpliendo, que Sarniento ya inició los trabajos para patearte del Icatcam.

Hoy, en una ráfaga de Expediente, te ponen como palo de gallinero, y si lo escrito por Mcluhan tiene validez y el medio es el mensaje, es claro que el epicentro de este fierrazo llega hasta la Secretaría de Gobierno, porque si de algo se jacta Sarniento es de la relación tan cercana, tan intima, con el director de ese periódico.

Para que te des una idea de cómo se adoran, voy a contarte lo siguiente:

Hace casi un año se inició el proceso para relevar la dirigencia estatal del PAN con una Asamblea donde los activos eligieron a los consejeros nacionales y estatales. En esa ocasión, Nelly y la Jefa Yola se enfrentaron a los Mouriño que, a través de Mario Ávila, deseaban imponer a Erick Chong como presidente estatal blanquiazul.

Nelly y La Jefa contaban con el apoyo del Cuarto Piso de gobierno a través de Sarniento, por eso desde entonces se les conoce como las doñas Justa y Solidaria.

La operación de Sarniento fue un desastre, tanto así que los Mouriño se quedaron con la mayoría de los consejeros nacionales y estatales y lograron imponer a Chong. Y el desastre mayor se dio en Champotón, donde Sarniento designó como operador a su hermanito Manuel, dirigente del comité municipal de Acción Nacional, que lo arruinó todo.

Como dice el propio Roberto: “Mi hermanito nunca aprendió ni aprenderá. Es un pobre pendejo”.

Después de la revolcada que le dieron a las doñas Justa y Solidaria, y a Manuel, empezaron los rumores dentro del PAN sobre la remoción de éste último de la dirigencia municipal de Champotón, pero nada en firme. Y no obstante que nada se manejó de forma oficial y todo se agotó en chismecitos de pasillo, Sarniento instruyó al director del Trifulca para que salvara la cabeza a su hermanito.

El director del periódico concertó una cita con un delegado federal panista, gente cercana a Mario Ávila y a los Mouriño, y un miércoles a la siete de la noche lo pasó a buscar al estacionamiento del Oxxo frente a la Unidad deportiva 20 de noviembre. Ya en el vehículo del periodista, éste le insistió una y otra vez al delegado que Manuel no era un traidor, que todo lo que se comentaba era infundios, que era un buen muchacho y etcétera.

Ya te podrás imaginar.

Si el director del Trifulca se prestó a eso, José Luis, entonces alucina qué tan próxima es la relación con Sarniento, y de los intereses y el dinero en juego.

Como te advertí, Sarniento ha estado alimentando la paranoia de Fernando con chismecitos, anónimos y demás infamias en contra tuya, porque te quiere reventar. Y hoy domingo, en la columna política que sirve a sus intereses, abrió fuego a escala pública.

Es tan burdo el ataque que te tachan de soberbio y ladrón. Aún si eso fuera cierto, díganme el nombre de un funcionario del gabinete Justo y Solidario que no lo sea, a pesar de los Niños contralores y otras mariguanadas de la misma especie.

El propio Sarniento es prueba de ello: hoy vive una riqueza cuyo origen es inexplicable por medios lícitos, y de su comportamiento dan cuenta sus propios compañeros de administración que lo odian porque todos, sin faltar uno sólo, han sido víctimas de sus abusos, pero guardan silencio porque saben que es la mano que mueve al Purux.

Así que mejor ve buscando dónde refugiarte, bro, porque Fernando está sufriendo algo que en la escuela llaman Dictadura burocrática y la realidad que percibe es la que le cuenta su secretario de Gobierno, su hermano Bobby según dice el propio Fernando F. Kennedy. Y en esa realidad, José Luis, tú estás pasando a ser pura ficción.

Suerte.


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