Profecía cumplida

Primero de septiembre de 1993, cumpleaños de Sergio Martínez. El festejado, Isaac y yo armamos una fiesta de poca madre con cerveza, cantidades fluviales de Bacardí Solera y todas las versiones de comida chatarra que encontramos en Súper 10. Para darle lustre al evento, invitamos a las amigas de aquel entonces, de las que sólo recuerdo a Ludmila y su hermana, y nos dispusimos a ver el incendio de la casa de Sergio, en la calle 16 de Campeche, mientras tocábamos la lira. Por desgracia, la fiesta no fue memorable. Los gustos musicales de ellas y nosotros eran tan distantes como la Gaviota y Peña Nieto, y eso desinfló el entusiasmo. Eso sí, es fama que Champotón es una provincia británica en América y la caballerosidad un deber ante Dios y ante la reina, así que cedimos el control del estéreo a las invitadas para que hicieran lo que les diera la gana y cumplieron: nos recetaron a Christian Castro, el cantante de moda y su príncipe azul virtual. Al día de hoy todavía ign...