La Opinión, mi opinión

Porque lo que faltaba en Campeche era un periódico, llegó La Opinión, publicación que como los productos del Dr. Simi, es lo mismo pero más barato, gratis para ser exactos, y cuyo primer número es memorable por los numerosos golpes de pecho en nombre de la integridad periodística, lo que en este caso equivale a purificar a un menonita con salpicón para puchero. La primera plana postula que la verdad no tiene precio y que terminó la dictadura de la información que durante años ejercieron medios impresos en esta ciudad y el Estado; y el autor de esas barbaridades, entusiasmado por la autofelación y el soporte didáctico de un retrato, supongo que erótico, de Abraham Lincoln, llegó hasta las últimas consecuencias al afirmar que ahora Campeche se une a la tendencia mundial con un producto sin ataduras políticas y un compromiso con la gente, por la gente y para la gente. Siguiendo la lógica de La Opinión, deducimos que otros sí ponen precio a la verdad, entre ellos El Expreso de...