No maten al mensajero







La semana pasada publiqué el volante de campaña de uno de los suspirantes a la gubernatura de Campeche (si te lo perdiste, pincha aquí) y de inmediato me llegaron reclamos enardecidos señalando que es prematuro hablar de candidaturas porque Fernando apenas tiene un año en el poder, porque falta mucho aún, porque etcétera.


Tranquilos, maeses, que no se trata de matar al mensajero. No soy yo el que está desesperado porque acabe este sexenio de justos y solidarios para que Fernando se largue a incubar discursos rete bien bonitos en otro lado. No.


Los que hierven de impaciencia son algunos funcionarios cercanos al preciso, que empezaron a cachondear la sucesión desde el primer minuto de este gobierno y están en plena, abierta, evidente campaña política, armando eventos que cuestan más que los apoyos que ahí entregan (cierto, Oropeza) o estableciendo alianzas para lo que viene.


Un ejemplo:


En 2009, para que funcionara la campaña de Xico en Champotón, Fernando tuvo que incluir en la fórmula priista a un candidato a diputado que le desagradaba porque era enemigo de su socio el gordo Uribe, pero que punteaba las encuestas e iba a ser de mucha ayuda.


Lo incluyó entonces, lo hizo trabajar y luego lo dejó morir miserablemente. Prefirió que la diputación del distrito champotonero quedara en manos del PAN, tal vez porque el candidato azul es hermano de Xico.


Pues bien, el caquito que se encarga de la política social justa y solidaria fue a visitar a la víctima de esos juegos de poder y le pidió se sumara a su proyecto, dejando en claro que no fue él quien lo jodió sino Fernando, quien a su vez había sido envenenado por el gordo Uribe (en ese tiempo a Fernando lo envenenaba cualquiera, hoy sólo lo hace Sarniento).


De sumarse al proyecto, le dijo, podría revivir políticamente, aspirar ahora sí a la diputación que Fernando le quitó y, sobre todo, tendría la posibilidad de vengarse: “A partir del 2015 terminaremos con los cacicazgos champotoneros. Ya fastidian”, le dijo. ¿Alguien le ha dicho al candidato que faltan cinco años?


Les advertí que no son mías las ganas de borrar a Fernando del mapa político, sino de los funcionarios de su gobierno que desde hace rato van por esos caminos de Dios sintiéndose ya gobernadores y haciendo promesas terribles, que encuentran terreno fértil en aquellos que las estadísticas justas y solidarias contemplan como daños colaterales. Mala cosa.


En tiempos más felices, el gobernador amarraba a sus animalitos y sólo los soltaba cuando los tiempos eran propicios; ahora es distinto: los animalitos andan desbocados mientras el gobernador destina sus esfuerzos a su afición preferida: convertir todo lo que toca en niño contralor.


*En el video, una estampida hecha y derecha. Cuentan que el líder de la manada fue aplastado por detenerse a explicar que no era un huevón. La declaración póstuma pueden leerla hoy 10 de febrero de 2011 en Expreso diario.



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